Como una gota en el desierto, como impuro en un convento, como flor en el otoño, que se muere en el intento.
Como en el fondo del mar la botella, como el deseo que se encuentra en ella, como un lucero en pleno día, cuando su luz no destella.
Como un globo en el aire, como abeja sin enjambre, como lagrima entre risas, como un niño entre grandes.
Como cuento sin contar, como el hombre en aquel bar, que mira hacia algún lugar, ya cansado de esperar.
Como pieza de rompecabezas, que no encuentra su lugar, como aquel anillo perdido en la inmensidad del mar.
Como luna sin estrellas, como teatro sin artistas, como aquel detective que intenta buscar sin pistas,
Como aquel juguete de la infancia, en un rincón del baúl, que con esperanza espera, que rían con el aún.
Como lluvia en la sequía, como llanto entre alegría, como un perdido sin brújula, como quien busca el día.
Como un día fuera del calendario, como Ana sin su diario…
Así me siento, quedando en el olvido, como el amigo imaginario.
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