martes, 22 de junio de 2010

El dia que comenzó el invierno.

Un dia de paseo entre la felicidad y la tristeza absoluta. Entre el frio que cortaba mis manos donde nos conocimos un año atras. Entre las lagrimas que con viento en mi cara me dolian.
Ya en mi casa cierro mis ojos y vuelo. Ya no estoy mas aca, estoy con el, quien sabe donde, hace calor, hay un mar de un hermoso celeste, el me hace chistes, nos abrazamos. Si, soy feliz. Porque en el sueño confirma que aun me ama. Y ay! No puedo estar sonriendo tanto. Me miro las manos y ya no me duelen. Pienso en aquel dia en el que lo esperaba sentado en el edén, con los huesos congelados, como un lejano recuerdo de una epoca oscura y fria. Una ola de ese celeste mar innunda todo en mi sueño, esta helada el agua. Abro los ojos. Caigo. Se desvanecen mis alas. Dolió. Como mis manos, aun lastimadas. Como el frio y largo invierno que recien comienza. Como lo amo por mi cuenta.

La noche es oscura. Son recien las cuatro de la madrugada. Me dormi pensandolo, lo soñé feliz, me desperte sonriendo. Un segundo en el que mis sonrisa desaparecio y los ojos se llenaron nuevamente de lagrimas.

Esta solo en mi, en mi corazon, en mi mente. Es solo ahi donde puedo ser feliz con el. En mis sueños.

Lo amo, pero cuando se acaba la noche, el se va.

Cada dia duele mas saber que el mundo esta repleto de una felicidad, que conoci pero que ya nunca tendré. Si nunca vuelve. Porque aun que se que el esta ciego sigo creyendo, todavia, que queda una esperanza para los dos.

No quiero ni puedo seguir luchando en contra de esta gravedad de amarte. No puedo evitarlo. No puedo dejarte ir. No quiero dejarte ir.

Dame un beso y quedate conmigo, de una vez por todas, y seamos juntos, para siempre. Porque asi no hay gravedad. Porque volamos juntos.

Te extraño. Te espero. Te necesito. Te amo.

Volvi a caer. De lo que creo, nunca me levante.

Quedate conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario